Silencio, ha llegado el momento
en que atención me debo dar a prestar.
Yo no puedo cantar la canción que todos cantan
ni mucho menos escucharla.
Si bien, hay un silencio allí afuera,
aquí adentro hay un ruido inmenso
que quiero dar a escuchar.
Esta es la voz de mi conciencia
Que me escucha y me conversa;
Que me habla y me aconseja
cuando tú no logras comprender
lo que intento transmitir.
Que he tomado prestada y te quiere decir:
Que no calles cuando veas o vivas una injusticia
Ten por seguro que estando en tu lugar yo no callaría,
que no guardes silencio, que el orgullo no te lleva a nada bueno
que aprendas a decir: por favor, disculpa, lo siento, gracias y perdón;
Que escuches a tus padres ellos quieren para ti siempre lo mejor.
Que le saques provecho a ese sentido que Dios a mi me negó.
Silencio, no vivas amenazante
que causes algún daño es muy probable,
que un leve insulto hiere más que un fuerte golpe.
martes, 5 de julio de 2011
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